Live from my terraza

|



otra que complejo de Edipo

|


si no fuera porque soy el padre, en cualquier momento me usaba los zapatos



este será mi número?




si no es para la tapa de Gente no te miro a cámara




alegría enormísima de los cronopios

ella tiene cosquillas en el cuello conmigo nada mas (qué exclusividad, eh!)

Manifiesto

|


mirando el mundo por el ojo de una cerradura

“ La cámara fotográfica para mí es una libreta de croquis, el instrumento de la intuición y la espontaneidad, el dueño del instante que, en términos visuales, cuestiona y decide a la vez. Para significar el mundo, hay que sentirse parte de lo que uno recorta a través del visor. Esta actitud exige concentración, sensibilidad y cierto sentido de la geometría. Sólo conomizando medios y, sobre todo, olvidándose de uno mismo, se llega a la simplicidad de expresión. Fotografiar es contener la respiración cuando todas nuestras facultades convergen para captar la realidad huidiza; en ese momento, tomar una imagen es una gran alegría física e intelectual. Fotografiar es reconocer un hecho en un mismo instante y en una fracción de segundo, y la de organizar rigurosamente las formas percibidas visualmente que expresan y significan ese hecho. Es poner en una misma línea de fuego la cabeza, el ojo y el corazón. Es una forma de vida.

HENRI CARTIER - BRESSON







textito insignificante

|

-Lo absoluto -decía la Maga, pateando una piedrita de charco en charco-. ¿Qué es un absoluto, Horacio?
-Mirá -dijo Oliveira-, viene a ser ese momento en que algo logra su máxima profundidad, su máximo alcance, su máximo sentido, y deja por completo de ser interesante.


Me dí cuenta que hace mucho que no escribo, aunque tengo ganas, no me sale escribir nada decente. Como esos dias que si salís a la calle, te salpica el portero que está baldeando, se te caen las monedas en el bondi y te quemas con el mate en la oficina.


La neroniña tiene mascota...

|


che, a esto le sobra leche y le falta ferné


que lindo gatito....



a ver qué sabor tiene...



mentira, si soy re tierna, mirá.

20 años dicen que no son nada

|



Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos trámites. Y cuando volvió, nos contó lo que había escuchado. San Pedro preguntó nombre, edad, oficio. - Cantor- dijo Alfredo. El portero quiso saber: cantor de qué. -Milongas- dijo Alfredo. San Pedro no conocía. Lo picó la curiosidad, y mandó: -Cante. Y Alfredo cantó. Una milonga, dos, cien. San Pedro quería que aquello no acabara nunca. La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los suelos, estaba haciendo vibrar los cielos. Entonces Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja. Y ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios.

Una vez mas

|




Una vez mas, la realidad imita al arte que imita a la realidad.

Este pequeño e inhóspito espacio repudia todo hecho de violencia.

Neroniña, el regreso

|

che, esto no anda.

si, si, soy re espontánea.


mirá, Pa, ahora canto cuarteto


nota: en cualquier momento se viene sus fotos gateando, en cuanto la alcance. Es una Chevy la enana gateando.

maldito foco manual

|


primera foto sacada con la Pentax

Alguien lo tenía que decir

|

Ahora pasa que yo al chabón lo admiro no porque quiera escribir como él (cosa que trato, pero me sale bastante mal), sino porque el tipo escribió lo que escribió (sobre todo sus poesías), pensando que un día yo lo iba a leer, y que eso que él escribió era lo que yo iba a querer decir.
Lo admiro porque es el único que se merece que lo mande al quinto carajo, por escribir cosas que me emocionan hasta el tuétano, a saber:

Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera muchísimo del mundo, la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres.

Andá a cagar, viejo, así no se puede. O peor, escribió cosas así:

Los perfumes, los himnos órficos, las algalias en primera y en segunda acepción... Aquí olés a sardónica. Aquí a crisopracio. Aquí, esperá un poco, aquí es como perejil pero apenas, un pedacito perdido en una piel de gamuza. Aquí empezás a oler a vos misma. Qué raro, verdad, que una mujer no pueda olerse como la huele un hombre. Aquí exactamente. No te muevas, dejame. Olés a jalea real, a miel en un pote de tabaco..

Claro, y yo después con qué palabras me quedo? Cómo te digo lo que te quiero decir, si el señorito ya lo escribió antes que yo? No, viejo, asi no se puede.
Igual, gracias, Julio, porque sin vos, no sabría que palabras usar. Y sabé que sos el único que hasta ahora se ha hecho merecedor de mi puteada.

"él era alto como el Parnaso
Y su corazón
era grande
como un puño alzado"

Transito rapido

|

Che, Ludvig, probaste con un Activia?

Yo te banco

|


Suarez aguanta
|

feliz 2009. Les desea, la Neroniña.