Erase una vez un emperador beodo que iba por la vida incendiando ciudades y tirando gente a los leones, hasta que un dia se cruzo con una alegre mariposilla verde que le contagio la locura, y ese fue el princio de una larga amistad. Debido a esa amistad, el emperador abrio este humilde blog, y la mariposilla fue la artifice de los coloretes de esta pequeña capilla sixtina.
Bater: gracias, gracias, gracias. en serio
Cosa que pasa N° 36
Hace 13 años.
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