El cantor

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Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió con él hasta los portones del Paraíso, pñor no dejarlo solo en esos trámites. Y cuando volvió, Juceca nos contó lo que había escuchado.
San Pedro preguntó nombre, edad, oficio.
-Cantor- dijo Alfredo.
El portero quiso saber: cantor de qué.
-Milongas- dijo Alfredo.
San Pedro no conocía. Lo picó la curiosidad, y mandó:
-Cante.
Alfredo cantó. Una milonga, dos, cien. San Pedro quería que aquello no se acabara nunca. La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los suelos, estaba haciendo vibrar los cielos.
Y Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja.Y contó Juceca que ésa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios.

Eduardo Galeano, en Las bocas del tiempo.


yapa:

4 pensantes:

Nerón dijo...

no me pregunten por qué, pero el post va dedicado a la fla-q.

Anónimo dijo...

La Fla-q se acaba de atragantar y pierde agüita salada por el ojo derecho.
Dice que te diga que gracias.

Amperio dijo...

Yo ví cantar a Don Alfredo en el Luna Park, allá por 1983, en un festival por la democracia en Chile, compañero. De traje, corbata y bien peinado.
Y lo lloré en enero del 89. De puro equivocado lo lloré. Porque el tipo sigue vivo.

Y el mejor homenaje, que le recomiendo escuchar, gurí, es la versión de Stephanie que le dedicó el Pepe Guerra.

Fla-q dijo...

Ay, Amperio! Me va a hacer morir al Neronio ahogado en un mar de lágrimas, compañero!

Una vez que alguien me dedica algo y usted me lo quiere aniquilar? Rescatesé!

(Neron: escuchelá, pero con la bomba de achique en marcha...)