El Chicho no se rinde

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La derecha mezquina y la i9zquierda puritana han dedicado buena parte de sus fervores a discutir si Salvador Allende se suicidó o no se suicidó.
Allende había anunciado que no saldría vivo del palacio presidencial. En América Latina, es tradición: todos lo dicen. Después, cuando ocurre el golpe de Estado, se toman el primer avión.
Habían pasado muchas horas de bombas y fuego y Allende seguía combatiendo entre los escombros. Entonces llamó a sus colaboradores más íntimos, que resistían con él, y les dijo:
-Bajen ustedes, que yo ya voy.
Ellos le creyeron y se fueron, y Allende quedó solo en el palacio en llamas.
¿Qué importa de quién fue el dedo que disparó la bala final?


Eduardo Galeano, Celebración del coraje/4, en El libro de los abrazos.

3 pensantes:

Fla-q dijo...

Yo junto al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.

abrazo

Nerón dijo...

retornaran los libros,
las canciones,
que quemaron las manos asesinas,
renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores...

esa parte me hace llorar.

abrazo

Amperio dijo...

Un niño jugará en una alameda y cantará con sus amigos nuevos, y ese canto será el canto del cielo, a una vida segada en La Moneda...

Y sí, mostramos la hilacha. Así somos.