Sobre una gran poetisa

Fiel intreprete de los sueos, Elsa Sibujedo fue desde los principios la mujer, la poesia, el intestino devenir de las realidades sociales de Carapachay, localidad testigo del amanecer hacia la murte de la poeta, de la niña y de la mujer que nunca fue. Son recordadas sus primera y ultimas palabras, ¨no, papà, no lo enchufes a 220¨. Ella fue el A y Z de la poesia, con su obra cumbre Ser Roca MIVIH. Es necesario, no obstante, resaltar lo prolifico de su obra, aunque claro, el 90% de sus manuscritos son ilegibles, dado que no poseia ni la fuerza, ni la habilidad motriz para manipular la pluma. Què legado hubiera dejado a este universo flagelado por la ignorancia y la no belleza de haber contado la autora con una caja de crayones.
Claramente influenciada por los Haikus (o haikai) del poeta nipòn Akira Nakamura, la autora desnudaba su alma y su condicion humana en cada verso furtivo que expulsaba cual metralleta orgasmica de la literatura en el concierto posmodernista. Sus seguidores se cuentan hoy por docenas (somos 36), sus detractores nunca oyeron hablar de ella, y sin embargo es ostensible la presencia del sibujedismo en Alejandra Pizarnik. Basta recordar que fue la misma Alejandra quien en su Rapigramacion del Alma rindio loas, vìtores y homenaje a Sibujedo, a quien describe como ¨la yeguas mas complicada que un simple reloj de arena pudo concebir en el silencio del cuerpo del clasicismo¨.
Elsa de amor y de muerte, Elsa, 60 dias de plenitud solàcea y luego el electròn atroz que te catapulto al Parnaso.Hoy, los conductores de la poesia dielectrica te rendimos culto.

Julio Cortazar, Requiem Burzaquero a Elsa, abril de 1983


Ser Roca ¨MIVIH¨

Sal, fruta, ira, tallo hoy
sapo enano ¨KAX¨
balndo, ¡què hondo!
ñoño ve Yavèh
¿Xuxa o hilo red?
joda y fe bis, ¡ Surge ROCA REX!
paz, rol, uña roja, ¡gime!
Sodoma de cal, luna red.
Llorè y fui, ¡Salud!
Ella: sexo roca, risa y burla,
mar y noche, luna , ¨A¨ y ¨Z¨ ,
atroz mirlo, hilo de sal
y tù, ¡Helena!

Elsa Sibujedo, agosto de 1987