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A 30 años blues


El otro día descubrí algo que haría temblar las raices de la cristiandad,y yo me ganaría la hoguera si dijera lo que es,por eso mismito les voy a contar.Que oigan los que quieran.Ese Hombre que dió la vida por los pecados de la humanidad,que clamó a su padrea hora y en la hora de su muerte amén, no nació en Belén, sino en una casita de Solentiname,y en un barrio pobre de Managua,y también nació en un zaguán de San Telmo, y en un rancho de La Habana.Tampoco es cierto que muriera clavado a la Cruz del Calvario,ni que lo toruraran con espinas en las sienes.No, él murió crucificado en una camilla de torturas,castigado por alfileres en los ojos y picana en los huevos.Además, no se llamaba Jesús. Se llamaba María Ernesto Carlos Esther Graciela Marcos Mario Pedro Roque.Lo que sí es cierto,y en esto estaremos de acuerdo, es que murió pensando en la persona que amaba.Eso sí, murió calladito la boca, sin pedir disculpas por pensar,ni por predicar la igualdadentre hermanos,murió hace dos mil añosy volvió a morir hace treinta,y volvió a morir hace diez minutos.

Este texto en realidad es un poema que escribi el año pasado, pero me gusta así tambien. La foto, si bien no tiene que nada que ver con el texto, o tiene todo que ver con el texto, me impresiona mucho.

5 pensantes:

Amperio dijo...

El Ché vive, compañero.
Ya le van a contar la ceremonia de Pioneros, ya le van a contar...

UAP, Neroncio

Nerón dijo...

Lo sé, compañero, lo sè, pero el post no era por el Che. La foto fue circunstancial.

Amperio dijo...

Todo eso que Ud. dice, tiene que ver con el Ché, compañero.

Ah, y me gusta mucho lo que dice...

Fla-q dijo...

Me gustó mucho lo que escribiste.
Me gustó el cómo.

Nerón dijo...

Amperio, Fla-q: es por eso que escribo lo que escribo, aunque cuando lo escribí no estaba pensando en el Che.