Yo quería decirte gracias, Eduardo. Gracias por las palabras, porque con cada libro me hiciste llorar, pero tambien me hiciste mear de risa a veces, y además porque me abriste los ojos a la Historia de nuestra América, esta mierda, esta maravilla. Yo te quería mandar una carta diciendote todo esto, pero no pude conseguir tu dirección. Empecé a buscar tus libros por una profesora, que me dió un texto tuyo de Memoria del Fuego. Los fui consiguiendo de a uno, siempre tratando de buscar ediciones viejas, pero me costaba bastante, así que empece a comprar las ediciones nuevas. Menos de uno, que no conseguía, La canción de nosotros. Hasta que entré en una librería de viejo, en la avenida Corrientes. Ahi ví una edición viejita, gastada, con las hojas amarillentas. Pregunté por preguntar, porque parecía una primera edición y no sabía lo que costaría. Te imaginarás mi sorpresa al descubrir que valia tan sólo $8. Lo abrí y ví que era una edición de Sudamericana, del año 1975. Ese librito había sobrevivido la larga noche de plomo y fuego. No llevarmelo hubiera sido traicionarlo, pobrecito. Ahora está en mi biblioteca, con sus hermanos. Y yo te quería agradecer por ayudarme a entender todo esto, y muchas cosas mas.
2 pensantes:
yo tembién me anoto, Eduardo. Gracias!
Anda con suerte, Neroncio. Sí que anda con suerte...
Salude a la panza de la tanita, cuate.
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