Ella sabe algo que yo no

C. ama las letras, no por la retórica en sí, sino porque para ella, las palabras están vivas y detras de ellas se siente a quien las escribió. Y así escribe ella, poniendo la sangre en las palabras.
Le hago notar que ella es "de las mías", porque yo también escribo con la sangre, dejo que la lapicera se mueva sola, si le gusta la imagen.
Ella dice que es la segunda vez que lee algo mío que la emociona. Le digo que una vez una lectora me dijo que
le habían gustado algunas cosas que yo había escrito, que mis textos la acompañaron y que se acordó de escribir, porque la ciudad, por hermosa y feroz, era una fuente inagotable, como el amor. Que le había parecido justo contármelo y agradecermelo y que no dejara de escribir, porque algun dia podia cambiar la gris ciudad por rosas.

-Pero vos no te das cuenta de que llegás? fijate que lo último que escribiste es mucho mejor que todo lo anterior, es como si tu escritura fuera in crescendo.
-Ya te dije que me importa tres carajo llegar, yo escribo porque las palabras me queman en las manos, nada mas.
-Es que llegas precisamente porque te importa tres carajos llegar, porque hay gente que escribe pensando en gustar. Y que si las palabras te queman en las manos, van a quemar en el alma del que te lee, creeme.

nota: creo que le creo. carajo, si le creo