Cada tanto a Lòpez le toca volver a trabajar porque ha descubierto que el dinero tiene una desagradable propension a irse encogiendo, y de golpe un billete de cien francos sale del bolsillo convertido en uno de cincuenta y cuando menos se piensa èste se achica a uno de diez, tras de lo cual ocurre una cosa horrible y es que el bolsillo pesa mucho mas y hasta se oye un tintineo simpatico, pero esas agradables manifestaciones proceden e tan sòlo unas pocas monedas de un franco y ahi te quiero ver.
J. C., Tema para San Jorge, en La vuelta al dia en ochenta mundos.
Nota mia: claro que esto que le sucede a Lopez, entrañable trabajador de una compañia financiera, nos sucede en algun momento a cualquiera de nosotros, y en cualquier moneda del mundo, eh
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