Pont des Arts (segunda entrega, a pedido de Naty)

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Ya nos habiamos juntado todos en la Asamblea y habiamos decidido marchar por nuestros derechos, por la autonomia de la Universidad, cuya Ciudad habia sido tomada por la Sùretèe, violando la independencia de los estudiantes y el derecho que teniamos de expresarnos a nuestro antojo. En los ultimos tres dias, habian salido a pintar graffittis en las paredes y mientras volviamos a la Casa, vi uno que me causo mucho gracia, y se lo comente a la flaca: ¨desabotonese el cerebro tantas veces como la bragueta¨. Mensajes como ese habia a raudales, si se los sabia buscar. Esa noche comimos unos churrascos hechos con esmero por Patrice, una amiga francesa de la flaca; se habian conocido en Nanterre y se hicieron amigas en seguida, desde ese dia Patrice habia iniciado a la flaca en ciertos grupos masomenos clandestinos de estudiantes. Esa noche, estabamos todos en el comedor, y paso lo que sabiamos que podia llegar a pasar. Varios de los compañeros desertaron del plan de lucha, porque tenian miedo de que los deportaran. No, muchachos, yo a ustedes los quiero, pero prefiero hacer la revolucion en bicicleta, yo me bajo, yo tengo miedo, yo prefiero seguir estudiando aca y no en la UBA. Con estas palabras mas o menos, perdimos a tres compañeros en la lucha, que ni siquiera habia empezado.
El 18 de mayo, con las primeras luces, sentimos los primeros gritos: Vive la libertèe, y otras imprecaciones dignas de la Revolucion Francesa. Los dias mas tragicos estaban por iniciarse. Los estudiantes franceses habian hecho una barricada a la entrada sur de la Citè y la policia intentaba pasar. Las primeras piedras volaron de las manos de los estudiantes y la respuesta no se hizo esperar. Con la flaca no entendiamos nada, era todo un quilombo, gente corriendo a la policia, agentes de la sùretèe corriendo grupos de franceses, españoles y argentinos. Nos agarraron de sorpresa los tipos. Las corridas duraron un rato, hasta que un comisario o algo asi quiso hablar con nosotros, el tipo estaba vestido con un traje de sastre, anteojos Ray Ban oscuros, y bigote. Queria convencernos de que lo mejor era deponer nuestra actitud, que estabamos equivocados. Obviamente, la Iglesia salio a respaldar a la policia y al gobierno.
Le dijimos que se fuera al cuerno, que la libertad y la autonomia eran nuestros derechos innatos como estudiantes de la UNP. Pero todavia faltaba lo peor....


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