Cronicas de viaje I

Me subo al bondi, de ochenta, jefe, hasta donde vas pibe? hasta la Plaza, ah, si, ochenta. Me siento en el quinto asiento, del lado del sol, hay una chica de no mas de veinte años, con un bebe (calculo que suyo), una señora mayor con cara de perro en patio ajeno, un gordo con camisa de trabajo azul y manchas de aceite de motor, una rubia bastante linda, pero que va con auriculares, en otra. Despues de un rato, vengo a ofrecerles en esta oportunidad... (la puta, me dormi, donde estoy?, ah, no todavia falta), cierro los ojos, para descansarlos nomas, me despierto con el llanto del bebe de la piba, que debe tener hambre, por como grita, la chica se levanta un poco la remera y saca un pecho que no conoce la luz del sol, por lo palido, la rubia hace rato que se bajo, la viejita sigue perdida y le pregunta al chofer si falta mucho, el gordo se bajo hace rato, pero en cambio hay una parejita en el fondo con cara de sospechosos.. llevar en el dia de hoy por tan solo un peso, una moneda nada mas... El sol me pega de lleno ahora, debe ser tarde ya, Mariana debe estar puteandome, y que le voy a hacer, si el bondi tarda por culpa de una marcha en el Legislativo yo no tengo la culpa. Ahi esta la Plaza, mejor me paro ahora, asi estiro las gambas, de paso, me levanto, como siempre, estirando apenas las piernas y con el brazo alcanzo el pasamanos, y tomo impulso para llegar al timbre, que toco una sola vez, y cortito, asi el chofer pibe, es en la esquina la parada. Ahi esta la Plaza, con sus palomas y sus jubilados, (que no se quien reconforta a quien), la fuente, la gente de oficina tomando sol, un tipo que se saco los zapatos, una secretaria que se cruza de piernas en el exacto instante que yo paso por adelante, dejando ver un poco la bombacha blanca. Y Mariana que no està, se debe haber cansado de esperarme (la puta que los pario a los de la marcha), ahora las flores se van a secar por el calor, y el vino va a estar caliente, seguro. Pero ahi viene Mariana, por el medio del sendero que desemboca en el ombù del medio de la Plaza, habia ido a comprar pucho, che, ¿por que tardaste? Y nos subimos ahora a otro bondi, pero seguros de que no estamos haciendo esperar a nadie.